Impugnación de testamento

Impugnación de testamento

Existe la posibilidad de impugnar un testamento, pero para hacerlo es requisito indispensable que el testador, al otorgarlo, cometa algún error o vulnere los derechos de algún heredero.

Fundamentalmente, existen tres causas por las que se puede solicitar la impugnación de un testamento:

  1. El testador no tiene, en el momento de otorgar testamento, capacidad suficiente.
  2. No se han cumplido todas las formalidades que exige la ley para la redacción de un testamento.
  3. El testamento es revocado después de ser otorgado por el propio testador.

Si ocurre cualquiera de estos supuestos, entonces sería posible impugnar un testamento. Y no porque simplemente a alguno de los herederos no le guste la forma en que se han repartido los bienes del fallecido.

Razones fundamentales para impugnar un testamento

Para ofrecer más detalles al respecto, explicamos a continuación los tres motivos por los que es viable la impugnación de un testamento:

1. Falta de capacidad para testar

Se entiende que un testamento ha de ser nulo cuando quien lo otorga se encuentra privado de sus capacidades para tal efecto. En concreto, la ley contempla tres tipos de situaciones:

  • El testador es menor de 14 años, o menor de edad en caso de tratarse de un testamento ológrafo.
  • El testador no se encuentra, de forma permanente o puntual, en su ‘cabal juicio’.
  • El testamento se ha otorgado bajo circunstancias de dolo, fraude o violencia de género.

2. Incumplimiento de formalidades

De manera general, las causas formales que pueden justificar la impugnación de un testamento se refieren al respeto a la legítima y a los herederos legitimarios. Esto es, a la cuota o parte de la herencia que, según la ley, corresponde a los herederos forzosos del fallecido.

Ambos conceptos son regulados por las leyes autonómicas y, si no se respetan, pueden dar lugar a la nulidad de un testamento.

Además, cada tipo de testamento lleva aparejadas una serie de formalidades, que también es necesario cumplir. Algunos ejemplos, según cómo sea el testamento, son:

  • Abierto: es necesario que se otorgue ante notario y es este quien lo redacta.
  • Cerrado: hay que realizarlo ante notario, pero lo redacta el testador.
  • Ológrafo: para su redacción no se requiere la presencia de un notario.

3. Revocación del testamento

Salvo cuando se trata del reconocimiento de un hijo, se puede revocar cualquier disposición del testamento. Además, en nuestro ordenamiento jurídico el procedimiento para hacerlo es muy sencillo y otorga una gran libertad al testador.

Así, para revocar un testamento habrá que proceder de una de las siguientes formas:

  • Otorgando otro testamento, que sustituirá de manera automática al anterior.
  • Emitiendo una declaración de últimas voluntades, aunque estas no tengan contenido y su existencia solo implique la aplicación de las normas sucesorias vigentes.

Asimismo, en el caso de los testamentos cerrados, se darán por revocados también si el testamento se encuentra en casa del fallecido con signos de manipulación o daños físicos. A menos que, claro está, se acredite que estos no han sido causados por el testador, o que los causó él mismo sin estar en su sano juicio.

El procedimiento a seguir para impugnar un testamento

La impugnación de un testamento es un procedimiento judicial que puede iniciar cualquier heredero, si logra acreditar la existencia de cualquiera de las causas antes previstas.

Por lo tanto, para que la impugnación del testamento tenga éxito será preciso que participe en el proceso un abogado especializado en herencias y sucesiones. Además, hay que señalar que en estos procesos es obligatoria su participación, así como la de un procurador.

Para iniciar el procedimiento, se deberá presentar una demanda judicial en el juzgado de primera instancia del domicilio del fallecido. La impugnación de un testamento se sustancia por los trámites de juicio ordinario, al estimarse la cuantía del mismo indeterminada.

Estos son los pasos a seguir:

  1. Respuesta de los coherederos: desde la presentación de la demanda, estos tienen un máximo de 20 días para contestar.
  2. Audiencia previa: tras su respuesta, el juez llama a todos los implicados para tratar de llegar a un acuerdo.
  3. Celebración del juicio: si no es posible el acuerdo, el juez convoca a todos los herederos y a los testigos que estos han propuesto, a fin de tomar una decisión en base a todos los hechos, pruebas y argumentos presentados.
  4. Resolución judicial: en 20 días (es el plazo por disposición legal, pero en ocasiones se demoran más allá del mismo), el juez dicta la sentencia, que puede determinar la validez del testamento, su invalidez parcial o su invalidez total. Si se da esta última opción y se anulan todas las cláusulas del testamento, regirán las leyes de sucesión intestada.

¿Cuál es el plazo para impugnar el testamento?

El plazo para impugnar el testamento depende de lo que se solicite:

  • Si se solicita la nulidad parcial del testamento, el plazo es de 5 años desde el momento del fallecimiento o desde que se recibió copia autorizada del mismo, por aplicación del artículo 1964.2.
  • Cuando se solicite la nulidad total, no habrá plazo de prescripción. Se trata de una acción no sometida a plazo de caducidad.
  • En caso de solicitar la impugnación de la desheredación injusta, el plazo es de 4 años, ya que se aplica el artículo 1301 del Código Civil. Este plazo empezará a contar desde el momento en que se abre la sucesión y es posible conocer el testamento.

¿Cuánto dura y cuánto cuesta la impugnación de un testamento?

Muchas personas se preguntan si merece la pena impugnar un testamento, por lo costoso que puede llegar a resultar en términos de tiempo y dinero.

Pues bien, aunque no hay una duración ni un precio determinados, sí es posible realizar una estimación. Así, de forma aproximada podemos decir que impugnar un testamento cuesta:

  • Desde 1200€ los honorarios de abogado.
  • Unos 13 meses: según, claro está, la complejidad del caso y los impedimentos que el resto de coherederos pongan a la impugnación del testamento.

En conclusión, en el procedimiento para impugnar un testamento se han de tener bien claros y fundamentados los motivos que se van a alegar. Por esta razón, se hace imprescindible contar con el asesoramiento legal de un experto en testamentos.

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